Es una variación de quiche lorraine cuyos ingredientes básicos son bacon, huevo, queso y nata. Podéis hacer tantas versiones como vuestra imaginación alcance, en mi caso, para una cena de 4 improvisamos lo siguiente.
INGREDIENTES:
- Una base de hojaldre
- Un paquete de bacon (de los que vienen dos)
- 1/2 calabacín
- Una lata pequeña de champiñones
- Un paquete de 200 ml de nata
- 2 huevos
- Queso mozzarella al gusto
PREPARACIÓN:
Comenzaremos montando la lámina de hojaldre en un molde para tartas con base desmontable, sino, cualquier otro molde para tartas. Pinchamos el fondo con un tenedor para que no suba y ponemos encima garbanzos, alubias (secas por supuesto) para que al meterla al horno no suba.
En mi caso puse almendras y así aproveché para tostarlas en el horno; no hay que tenerlo mucho tiempo, hasta que veáis que coge color.
Cuando esté, la sacamos y añadimos el bacon, el champiñón y el calabacín troceados (esté último cocido previamente en el microondas unos 5-8 min.), y por último el queso.
Batimos en un bol los huevos y agregamos la nata. Esta mezcla la vertemos sobre la tartaleta y al horno unos 8-10 minutos, lo justo para que se haga el huevo y gratine un poco el queso, se puede pinchar con un cuchillo y si sale limpio está listo.
Lo sacamos del molde y a ¡comer! Un buen sustituto de la pizza para los que quieran variar un poco.