Como están un poco saturados del bizcocho normal, le quisimos dar un poco de color, tanto por dentro como por fuera.
La idea inicial era cubrirlo con chocolate blanco, pero su cobertura era tan poca, que añadimos el negro. Como cualquier detalle ayuda yo lo menciono porque salió riquísimo!! y quizás esa combinación de chocolates ayudó en parte.
INGREDIENTES:
- 4 Huevos
- 1 vaso y 1/2 de azúcar
- 1/2 vaso de aceite de oliva suave (o girasol)
- 1/2 vaso de leche
- 1 vaso de cacao en polvo
- 1 vaso y 1/2 de harina
- 1 sobre de levadura
Como veis, utilizaremos un vaso de medida estándar. Lo primero, separar las claras de las yemas y montar las primeras a punto de nieve con el azúcar. Este paso junto al de tamizar la harina son claves para que el bizcocho salga esponjoso, la levadura por si sola no hace milagros...o por lo menos mi experiencia así ha sido.
En un bol añadimos las yemas con el 1/2 vaso de aceite, el vaso de cacao y el vaso y 1/2 de harina junto con el sobre de levadura. Mezclamos bien todo e incorporamos a un molde engrasado con mantequilla previamente y con un poco de harina espolvoreada.
Metemos en el horno precalentado a 180ºC duranto 30-40 min. a partir de los 30 min. lo pinchamos y si sacamos restos de masa hay que dejarlo un poco más.Una vez que se haya enfriado, lo cortamos por la mitad con un cuchillo de sierra y rellenamos con nata montada.
Así que aprovechamos que teníamos chocolate negro y lo fundimos en un bol en el microondas con 4 cucharadas de agua (para que no se nos queme). Lo decoramos con lacasitos y...voilà!! ya tenemos tarta de cumpleaños y caras de ansiaaaa ante la expectativa de hincar el diente al pastel.
Todo un acierto de sabores que hizo que la mayoría pidiera repetir y con eso la cocinera ya se da por satisfecha!!
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